¿Estás pensando en una escapada en un entorno idílico, pero no sabes dónde ir? Un hotel rural siempre es una buena opción para descansar unos días.
Este tipo de alojamiento es una excelente opción para desconectar del día a día, dejar atrás la rutina y relajarse en un hotel en medio de la naturaleza, donde los huéspedes pueden disfrutar de las maravillas de la gastronomía local y de todo su entorno.
¿Qué ventajas aporta alojarte en un hotel rural?
1. Personal a tu servicio
Una de las cosas que más sorprenden a quienes no están acostumbrados a este tipo de turismo es la cercanía del personal del establecimiento con sus huéspedes, ya que en general, son personas que han crecido y viven en el propio pueblo. Así, pueden ofrecer de primera mano, información sobre todo tipo de rutas, ya sean en familia o con niños. ¡Excursiones únicas que no aparecen en las guías de viaje!
2. Adiós a la masificación
Otra ventaja que ofrece este tipo de alojamientos es la nula masificación que ofrece el entorno rural. Es una excelente forma de huir del bullicio de la ciudad, dejar atrás los atascos de los coches y las aglomeraciones de gente para pasar unos días respirando aire puro, sin estar sujetos a la dictadura del despertador ni pendientes del correo electrónico o del teléfono constantemente.
3. Rodeados de naturaleza
Una de las grandes razones de optar por un establecimiento de este tipo para las vacaciones, o cualquier escapada, es el contacto directo con la naturaleza y sus increíbles paisajes. Siempre es posible descubrir el entorno a través de rutas a pie o excursiones en bicicleta, adentrarse en la vegetación y la fauna de sus alrededores.
Y es que, en un hotel rural, los huéspedes pueden disfrutar pausadamente de todas las comodidades que pueda ofrecer otro tipo de alojamiento, pero rodeado de naturaleza.
4. Gastronomía local
¿Eres de buen comer? En este tipo de establecimientos, su cocina de proximidad conquistará tu paladar con productos de la tierra y de temporada. Los productos de km0 son los grandes protagonistas en los menús de comidas o cenas: tomates y pimientos recién cortados del huerto, huevos fritos recién recogidos, leche fresca recién ordeñada, …
Deléitate con un desayuno al aire libre con vistas espectaculares a su entorno o de un atardecer de película con una copa.
5. Reencuentro familiar
Cuando la rutina queda en un segundo plano, llega el momento de conectar con la familia, la pareja o con uno mismo. Un hotel rural brinda la mejor de las oportunidades para volver a encontrarse, volver a jugar, a reír y a disfrutar de una sencilla sonrisa.
Por tanto, ya sea por el personal, la calma, la desconexión, la naturaleza o los reencuentros; un hotel rural siempre va a ser una apuesta ganadora para las vacaciones o escapadas de fin de semana, que no te dejará indiferente.
Te esperamos con las puertas abiertas en El Amparo de Narcisa.
