Hay lugares que, sin saber por qué, nos trasportan. Nos conectan con aquello común a todos los seres humanos, a una historia, un trazado a lo largo del tiempo que da sentido al momento presente. Son lugares guardianes de una esencia, de lo permanente e invariable de una naturaleza.
Las Merindades de Burgos custodian el origen de Castilla y preservan cada paso de su evolución en los más de 360 pueblos que las conforman. Recorriéndolos, podemos disfrutar de joyas arquitectónicas del medievo, asentamientos romanos, parajes naturales, antiguas rutas comerciales… a lo largo de una superficie similar a la de su vecina provincia, Vizcaya.
Cuando sopla el viento en Castilla, casi puedes oír a sus antiguos pobladores en sus quehaceres diarios. A través de sus extensas llanuras, transporta historias de formas de vida pasadas de un pueblo a otro, como queriendo expandir la sabiduría de los que habitaron allí primero.
Berberana, San Pantaleón de Losa, Robredo, San Martín de Losa… son algunos de los pueblos que podemos encontrar en el Valle de Losa, al noreste de la provincia de Burgos.
Sus tres paisajes (cereal en la parte más baja, el norte de pastos y bosques, y las formas geológicas esculpidas por el río Jerea de norte a sur) le convierten en un must-visit de las Merindades de Burgos.
La civilización romana dejó una poderosa huella a lo largo de la antigua calzada que atraviesa el valle desde Berberana hasta El Ribero. Una de ellas es el yacimiento situado al lado del río Humecillo, junto a la antigua torre medieval, en el término denominado Ostuño, muy cerca del paso romano de Santueña.
No muy lejos, en la localidad de San Martín de Losa, podemos visitar la villa romana de Los Casarejos. En este asentamiento, declarado Bien de Interés Cultural, se descubrió una habitación completa, donde se hallaba el mosaico principal y parte de dos estancias más. Se encuentra situado a un lado de la carretera que va de Quincoces a Berberana, cercano al río Nabón.
La geografía del Valle de Losa está salpicada de joyas arquitectónicas. La austeridad de los campos castellanos contrasta con la monumentalidad de iglesias como la Ermita de San Pantaleón de Losa.
Erigida sobre la peña esculpida por la erosión del río Jerea y sus afluentes, la ermita es protagonista de numerosas leyendas en torno al Santo Grial. Su compleja iconografía ilustra escenas como los seis intentos de ejecución del martirio de San Pantaleón, un supuesto atlante o los “emparedados”.
Caminar por los senderos trazados a lo largo de los años por las distintas civilizaciones permite descubrir las Merindades desde otra perspectiva. Podemos imaginar cómo se relacionaban sus antiguos habitantes, cuando recorrer a pie o con animales el valle era la única manera de desplazarse.
Existen numerosas rutas que pueden realizarse a pie o en bici cómodamente. De hecho, establecimientos cercanos permiten alquilar bicis eléctricas de montaña, como el hotel El Amparo de Narcisa, donde también podemos pernoctar o reponer fuerzas en su restaurante Km0.
Aquí puedes encontrar más detalles sobre las distintas sendas que recorren el valle de Losa, como el que va de Bóveda de la Ribera a Beterrés, un paseo circular por los alrededores de Robredo o el paseo de El Paso de la Magdalena, durante muchos años la vía de interrelación más importante entre losinos y meneses.
©El Amaparo de Narcisa, 2024
Oteo de Losa