Llega el otoño y con él, el frío. Disminuyen las horas de sol, salimos menos, buscamos cobijo al calor del hogar y nos abrigamos más. Con el cambio de estación, al igual que las plantas y animales, nuestro cuerpo muta. Se adapta y prepara para los meses venideros.
La naturaleza es sabia. Pretender enseñarle algo es un acto de soberbia en el que los humanos caemos con frecuencia. El desarrollo agrícola e industrial nos ha permitido disponer a nuestro antojo de toda variedad de frutas y verduras, en cualquier época del año.
Importamos alimentos desde el otro lado del mundo para rellenar los estantes de los supermercados. Nos encanta tener multitud de opciones donde escoger. Sin embargo, de manera natural, la tierra nos provee con los alimentos más saludables según la estación. En invierno, por ejemplo, abundan los ricos en vitamina C para ayudar a nuestro cuerpo a compensar la falta de sol y reforzar las defensas.
Las verduras de temporada tienen más color, sabor y olor para invitarnos a consumirlas cuando toca. Elegir no hacerlo afecta a nuestra salud y al medio ambiente.
En ciertas épocas del año el cuerpo necesita una serie de nutrientes específicos. Los alimentos típicos de verano contienen más agua, por ejemplo. En otoño, debemos llenar nuestros platos con comida que fortalezca el sistema inmunológico, ya que comienza una época climatológicamente adversa.
Los productos que presenten estos nutrientes serán siempre los de temporada, al encontrarse en su momento óptimo de consumo. Aquel en el que nuestro organismo es capaz de absorber más y mejor sus propiedades.
Además de ser menos sano, escoger verduras fuera de temporada es muy nocivo para el ecosistema. Fomenta sistemas de cultivo más contaminantes al tener que recurrir a productos químicos que provoquen y aceleren el crecimiento de frutos de la tierra que, sin ellos, no germinarían.
De hecho, muchas veces, estos productos han de ser importados. Los miles de kilómetros de transporte expulsan cantidades de CO2 a la atmósfera que podrían evitarse apostando por un consumo de proximidad.
Pasarela de Otoño: verduras de temporada.
Como si de una pasarela se tratara, en otoño comienzan a desfilar la mayor cantidad de verduras del año. Aquí tienes una lista de las verduras must-have de esta temporada:
- Acelga
- Ajo
- Alcachofa
- Apio
- Berenjena
- Brócoli
- Calabacín
- Calabaza
• Cardo
• Col Lombarda
• Coliflor
• Endibia
• Escarola
• Espinaca
• Guisante
• Judía verde
• Lechuga
• Nabo
• Pimiento
• Puerro
• Rábano
• Remolacha
• Repollo
• Tomate
• Zanahoria
Aunque no se trata de una verdura, no olvidemos las estrellas invitadas del otoño: las setas y los hongos. Es en esta época cuando proliferan en los bosques, haciendo las delicias de los aficionados a su recolección. Algunas de ellas son: boletus, níscalos, colmenillas, senderuelas, trompetillas, cantarelus y perrechicos.
Recetas con verduras de temporada.
Con tanta variedad, las posibilidades en la cocina son infinitas. Cabe destacar, por típicas de la época, platos y aderezos como las ensaladas de invierno, los sofritos, las cremas y los dulces.
Hace mucho que las ensaladas no son patrimonio exclusivo del verano. Las de invierno cada vez tienen más adeptos. No es de extrañar, ya que ingredientes como la escarola, las endibias, los berros y los canónigos tienen múltiples beneficios para la salud.
Con la explosión de verduras de otoño llegan los sofritos. Y es que los guisos no serían lo mismo sin el sabor de las verduras de temporada de acompañante.
Para enfrentar el frío que comienza te invitamos a probar las cremas. La de calabaza y la de calabacín son las más destacables por la temporalidad de sus ingredientes, tan solo presentes de abril a noviembre.
Y, por último, los postres. El dulzor de algunas verduras, como la calabaza, las convierten en ingredientes de lujo para tartas y bizcochos. El bizcocho de calabaza y chocolate, por ejemplo, es una forma muy nutritiva de disfrutar de desayunos y meriendas estos meses.
Los restaurantes también incluyen verduras de temporada en sus cartas de otoño. Especialmente, aquellos preocupados por el cultivo sostenible y la gastronomía local, como nuestro restaurante km0 El Amparo de Narcisa.
